jueves, 19 de marzo de 2009

El soldado

Había perdido en la guerra brazos y piernas. Y allí estaba, colocado dentro de una bolsa con sólo la cabeza fuera. Los del hospital para veteranos le compadecían, mientras él, en su bolsa, pendía del techo y oscilaba como un péndulo medidor de tragedias. Pidió que lo declarasen muerto y su familia recibió, un mal día, el telegrama del Army: "Sargento James Tracy, Viet-Nam. Murió en combate".
El padre lloró amargamente y pensó para sí: "Hubiera yo preferido parirlo sin brazos ni piernas; así jamás habría tenido que ir a un campo de batalla".




-Marcio Veloz Maggiolo-

4 comentarios:

supersalvajuan dijo...

En la guerra, como en la vida, nunca hay concesiones.

Dante dijo...

Nunca hay, es siempre inevitable la denigración del ser humano, el sufrimiento, el dolor. Podríamos decir que la guerra es una concentración de lo que es la vida pero sólo en los aspectos más dolorosos.

jm dijo...

Me ha recordado a "Johnny cogió su fusil". De la guerra nunca se puede decir nada bueno.

Dante dijo...

Tienes razón que recuerda a él.
La guerra sólo sirve en esencia para eso, es un acto de terrorismo pero en masa.