jueves, 12 de marzo de 2009

Los ojos culpables

Cuentan que un hombre compró a una muchacha por cuatro mil denarios. Un día la miró y echó a llorar. La muchacha le preguntó por qué lloraba; él respondió:
-Tienes tan bellos ojos que me olvido de adorar a Dios.
Cuando quedó sola, la muchacha se arrancó los ojos. Al verla en ese estado el hombre se afligió y le dijo:
-¿Por qué te has maltratado así? Has disminuido tu valor.
Ella le respondió:
-No quiero que haya nada en mí que te aparte de adorar a Dios.
A la noche, el hombre oyó en sueños una voz que le decía:
-La muchacha disminuyó su valor para ti, pero lo aumentó para nosotros y te la hemos tomado.
Al despertar, encontró cuatro mil denarios bajo la almohada. La muchacha estaba muerta.



-Ah'med Ech Chiruani-

2 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Joder, cómo se me ha quedado el cuerpo. ¿No andaría Judas en el ajo?

Dante dijo...

Es que este relato es punzante hasta límites insospechados. Judas estaría recogiendo los ojos para guardarlos en formol seguramente.