jueves, 21 de agosto de 2008

¡Abrió los ojos!

Abrió los ojos. (Había estado tirado en su butaca toda la mañana fea, durmiendo su largo, desesperado hastío.)
Las cuatro paredes de su cuarto estaban oscuras de tanto deslumbre. Una ventanita cuadrada cortaba el cuadro resplandeciente. Un cielo azul limpio, casas radiantes de sol y sombra, una plaza llena de gentes gritando y corriendo.
"Ésa es la vida, sal", le dijeron seres oscuros por dentro de su sangre.
Y se tiró por la ventana.


-Juan Ramón Jiménez, del libro Cuentos de antolojía-

3 comentarios:

g dijo...

¿salir de la vida o dejar que entre la luz?... la respuesta está clara, lo único que me jode son las cortinas.

supersalvajuan dijo...

Amenábar, copión.

Dante dijo...

-Gisela, sin duda pueden ser unas cortinas manchadas de sangre, por eso no dejan entrar la luz ni la vida. Una frase para resumir: "Cuando la muerte entra por la puerta yo salto por la ventana".

-Supersalvajuan, jejeje muy agudo tu comentario. Ahora no sé si el protagonista está criogenizado o en realidad ya estaba muerto antes de tirarse por el barranco después de hacer una película gore.