viernes, 11 de julio de 2008

El rival

Narciso se sentía diferente de sí mismo. Cuando salía de su casa, caminaba siempre dos pasos por delante de él. Solo se detenía para esperarse cuando llegaba al café en el que desayunaba cada mañana. Allí, se abría la puerta solícito, fingiendo una falsa educación, para cerrársela inmediatamente en las narices cuando estaba a punto de cruzarla. Otro de sus juegos preferidos, por ejemplo, era desafiarse a ver quién leía más rápido, pasando velozmente la página e impidiéndose leer cómodamente.


Comer, dormir, follar..., era siempre una competición.


El día en que murió, sentado frente al ataúd donde reposaba, no pudo reprimir una sonrisa de venganza.











-David Roas, del libro Horrores cotidianos-

3 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Un tipo con varias sombras, el puñetero.

Dante dijo...

Una lucha contra sí mismo, lo que hacemos nosotros muchas veces, el suertudo del cuento puede matar su lado bueno y dejar el malo (Jeckyll & Hide). Nosotros (yo y yo) tenemos que convivir cada día y me estoy cansando de sus costumbres jejeje.

supersalvajuan dijo...

Mr Jekyll y el señor cabrón.