sábado, 9 de mayo de 2009

Yo siempre conmigo

Me abandoné a la placidez del sueño y, cuando regresé a la vigilia, me vi empapado y temblando de miedo. Me perdí detrás de una mujer y, cuando me di cuenta, estaba desnudo y sin un centavo. Me dejé flotar en el vaivén de las olas y, cuando volví en mí, me hacían respiración artificial.

Definitivamente, no puedo dejarme solo.




-Raul Brasca, del libro Todo tiempo futuro fue peor-

5 comentarios:

g dijo...

una vida resumida en el desastre que contempla en sus breves momentos de lucidez aquel que se abandona en sus emociones. muy bueno D
hay algo en todos tus cuentos que comparte un mismo tono, un mismo espíritu, pero no sabría definirlo. creo que es hora de inventar un nuevo concepto para darle nombre.

supersalvajuan dijo...

Siempre estamos solos

Dante dijo...

-G, no hay mejor manera de describir el cuento que la forma en que la has hecho tú.
Se comparte un tono frío, contundente, hiriente, directo, que ya se sabe derrotado y que todo va a terminar en unos segundos, apenas una línea para nosotros. Tipos que sostienen todo el dolor de nuestras existencias.
Ya inventaré el nombre.

-Supersalvajuan, vivir juntos, morir solos.

jm dijo...

A veces la soledad es demasiada compañia

Dante dijo...

Y si tienes personalidad múltiple la cosa se complica demasiado.