martes, 14 de octubre de 2008

Nagasaki

Me llamo Yanajido. Trabajo en Nagasaki y había venido a ver a mis padres en Hiroshima. Ahora ellos han muerto. Yo sufro mucho por esta pérdida y también por mis horribles quemaduras. Ya solo deseo volver a Nagasaki con mi mujer y con mis hijos.
Dada la confusión de estos momentos no creo que pueda llegar a Nagasaki en seguida, como sería mi deseo; pero sea como sea, yo camino hacia allá.
No quisiera morir en el camino. ¡Ojalá llegue a tiempo de abrazarlos!




-Alfonso Sastre, del libro Las noches lúgubres-

4 comentarios:

supersalvajuan dijo...

Los huérfanos del 12 de agosto.

Dante dijo...

Correcto, la mejor frase para culminar este relato.

g dijo...

parece como un chiste de humor negro.

Dante dijo...

Sí, lo parece pero tiene un tinte de tragedia romántica increíble: querer abrazar a su querida familia. La tragedia griega sucede en nuestra vida real.