Estábamos en el borde de la acera, esperando el paso. Los automóviles se seguían a toda marcha, el uno tras el otro, pegados por sus luces. No tuve más que empujar un poquito. Llevábamos doce años de casados. No valía nada.
-Max Aub, del libro Crímenes ejemplares-
2 comentarios:
Los empujoncitos, un clásico para resolver problemas.
Salu2
Se necesita empuje para comenzar un nuevo día.
¡Salu2!
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