Me llamo Yanajido. Trabajo en Nagasaki y había venido a ver a mis padres en Hiroshima. Ahora ellos han muerto. Yo sufro mucho por esta pérdida y también por mis horribles quemaduras. Ya solo deseo volver a Nagasaki con mi mujer y con mis hijos.
Dada la confusión de estos momentos no creo que pueda llegar a Nagasaki en seguida, como sería mi deseo; pero sea como sea, yo camino hacia allá.
No quisiera morir en el camino. ¡Ojalá llegue a tiempo de abrazarlos!
-Alfonso Sastre, del libro Las noches lúgubres-
4 comentarios:
Los huérfanos del 12 de agosto.
Correcto, la mejor frase para culminar este relato.
parece como un chiste de humor negro.
Sí, lo parece pero tiene un tinte de tragedia romántica increíble: querer abrazar a su querida familia. La tragedia griega sucede en nuestra vida real.
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